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Novena entrada: Alonso, algunos datos y una mentira


  • Difícil caso el de Juan Bravo. - Alonso adoptó un tono distante y circunspecto al verme entrar en su despacho - Mujer de cuarenta años, guapa, soltera, con mucho dinero y muy buenas relaciones en todo Madrid. Con buenas amistades como la de Jorge Sierra, el que va a ser el fiscal del caso con toda seguridad. Supongo que ya lo sabías.
  • No, no lo sabía. A decir verdad nadie se prodiga en dar información por aquí. - Alonso parecía emplear un tono determinado como dando a entender que sabía algo de mis intenciones.
Su principal característica cuando trabajaba en las calles era su extraordinario olfato. Si hubiera que poner una imagen a su perfil de policía, habría que decir que Alonso era un “sabueso”. Su naturaleza desconfiada le empujaba a acertar casi siempre pero nunca sabías qué es lo que estaba pensando realmente. Los galones no parecían haber hecho mella en su acierto ni en las razones para mantener con él siempre una distancia prudencial.
A pesar de todo, di por hecho que no intuía nada de las pretensiones que traía al entrar en su despacho y continué.
  • Este no parece un caso más, no parecen delincuentes de baja estopa. - abrí el cuaderno de las anotaciones colocándome las gafas de pasta raída por los bordes para ver mejor mi letra de receta “solo para mis ojos”, levanté la mirada por encima de las viejas lentes y continué. - No creo que el asesino, asesinos o quien ordenó asesinarla tenga algo que ver con la chusma que solemos frecuentar en crímenes similares. La víctima se movía por un mundo muy alejado de esos delincuentes habituales, por otra parte. Su puesto de trabajo, sus relaciones familiares y sociales, el círculo por donde se movía muestra una mujer de cierto éxito. A pesar de no estar casada ni haber formado una familia, nada permite pensar en crímenes pasionales o grandes amenazas personales. No se trata, tampoco, de un robo ni de un intento de secuestro frustrado cuyo móvil hubiera podido ser obtener una recompensa. - Saqué las gafas depositadas sobre mi importante nariz, alcé nuevamente la mirada en dirección a los ojos firmes de Alonso y concluí. - Este asesinato se sale del marco habitual..., no hay riñas familiares ni grandes amenazas parecen tener algo que ver con este crimen. Es un asesinato con ciertas dosis de misterio en que lo difícil va a ser determinar su autor y descifrar la causa. Esa parece ser la pieza clave del asunto, en ella hay que empeñar los medios.
  • Sí, así es, el asunto va a ser complicado y si la prensa se entera se cebará... ya sabes de lo que hablo. De manera que, si no encontramos al culpable o culpables del asesinato vamos a tener presión de cojones. Tenemos poco margen de tiempo para que todo estalle por los aires. Es mejor centrarnos en el perfil del asesino cuanto antes, si tenemos el perfil el asunto es otra cosa. Pocos pueden ser capaces de hacer algo tan atroz. - Cambió su rostro según daba a su tono un matiz inquisidor -  ¿Tienes ya alguna hipótesis?
  • No, Alonso... ninguna – Nadie mentía como yo.

Boss


Continuará

Comentarios

  1. Vas construyendo un buen relato y lo hilas de manera que dejas ganas de esperar el desenlace....

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